viernes, 22 de agosto de 2008

Argalis





Madrugar más que el sol
para ir a ver los argalis;
cazarlos con la visión
y retenerlos para siempre.

Divisarlos en el collado
recortados contra el cielo,
ver la primera manada
bajo la inicial luz de la mañana...

Seguir circulando
con la atención disparada
hasta poder contemplar
otro grupo paseando
por los riscos de la montaña.
Admirar su pelaje y su brillo,
su cornamenta curvada,
ver aquellos ejemplares
en libertad condicionada.

Y acabar la expedición
con dos majestuosos ejemplares
captados por mi cámara
en diminuta y lejana visión.





Argalis: he encontrado pocas referencias en la red, y la mayor parte de ellas hablan de la caza de este animal y de otros que comparten hábitat con él. Lamentable.

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